Vuelvo a verme y al verme sólo puedo sonreír, sonrío y veo que
vuelvo a ser feliz como sólo en sueños lo fui...
De una patada a la
puerta y un dolor punzante como consecuencia, me vi salir de ahí, más
encadenada que libre, pero libre al fin, sin conciencia del futuro pero sin
temor, aún, sin temor de mí... nunca nadie supo hacia donde huí, sólo mis
rodillas duelen la historia de las caídas y sólo mis pies y manos saben cuanto
costo levantarse y seguir...
Trate de callar las voces de los que me señalaban, quise dejar en
claro todas mis razones, pero la gente no escucha porque a la gente no le
interesa cuantas fuerzas entregaste ni cuantas lágrimas derramaste... y cuando
todo se aclara para tus adentros, sabes que sólo importa lo que en tu alma silenciosa en ecos infinitos ya retumban...
Luego el corazón late mostrándote el camino, lo sé y por eso se
los escribo, no sé bien cual dios es cierto, pero me pidió a gritos que luchara y en la lucha gané aunque lo que no sé, es cuando tal lucha terminaré, tal vez
porque no hay fin, tal vez porque después de cruzar la meta lo mejor fue la
competencia...